domingo, 13 de septiembre de 2009

Preso en mi ciudad - Plataforma 2009

El 1º de Octubre próximo no será un día más en la escalada represiva en la cual está inmerso el gobierno porteño: ese día se pondrá en actividades la Policía Metropolitana con el objetivo explicito de “poner orden” y “evitar los piquetes”. Una herramienta más que se suma al accionar represivo de la Policía Federal y a la persistente judicialización de quienes nos manifestamos en las calles de la Ciudad. Creemos que no hay una política contradictoria entre los gobiernos nacional y de la ciudad, sino más bien complementariedad tal como se manifestó en algunos casos de los que fuimos testigos: la Huerta Orgázmika y la Asamblea de Almagro.
Asimismo, el gobierno del PRO continúa acrecentando los desalojos de la mano de la UCEP (grupo parapolicial denominado Unidad de Control de Espacios Públicos), que actúa a la sombra del poder judicial intimando y golpeando a quienes viven en situación de calle.
Si bien creemos que la renuncia de Fino Palacios constituye una pequeña victoria de las organizaciones populares que luchamos contra estas prácticas, la UCEP sigue en funciones y la Policía Metropolitana comenzará a hacerlo en cuestión de días. Se necesita seguir en el camino de la unidad, como ha mostrado la coordinadora “La Dignidad no se privatiza” siendo la que mayor dinamismo, capacidad de articulación y movilización ha demostrado en las calles rechazando a la represión macrista. Sólo la unidad en la lucha y la coordinación de los diferentes espacios que enfrentan las políticas represivas del gobierno de Macri nos permitirán ir logrando nuevas pequeñas y grandes victorias que constituyan un freno a estos intentos de criminalización de la protesta social.
En Argentina, los distintos sectores políticos que gobiernan plantean el problema de la inseguridad desde una perspectiva en la cual los oprimidos son responsables de toda violencia o hecho delictivo. Macri no hace sino dar más coherencia e impulso a esta visión. Se trata de una perspectiva que (venga del PRO o del PJ) no debemos dejar de combatir. Así como logramos coordinar acciones para defendernos de esos ataques, será necesario profundizar el camino de la unidad para pasar a la ofensiva.

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