domingo, 13 de septiembre de 2009

CONSEJO DIRECTIVO - Plataforma 2009

Entendemos como urgente y necesaria la recuperación de los Consejeros directivos para el Movimiento Estudiantil. Urgente, porque debemos rescatar a la Universidad y a la Facultad del letargo en el que se encuentran, sumisas y en silencio ante la continuidad de las políticas neoliberales.
Necesaria, porque entendemos que en el movimiento estudiantil está el germen de otra universidad, de un espacio de producción de un conocimiento alternativo al existente, de un espacio que se vincule profundamente con el campo popular.
Es en esta perspectiva que entendemos que los consejeros deben expresar y potenciar las propuestas, ideas e iniciativas del movimiento estudiantil, a partir de la participación que debe fomentar el Centro de Estudiantes.

El Consejo directivo :Ayer y hoy
Creemos que los y las estudiantes tenemos que tomar la voz en el Consejo para denunciar la opresiva situación en la que cursamos, estudiamos, producimos y aprendemos, pero con la perspectiva de ir más allá de la denuncia, con el objetivo de lograr con la movilización otra forma de gobierno universitario.
Ante un Consejo Directivo antidemocrático –por su composición y su forma de elección-, los Consejeros tienen un lugar fundamental: ser los potenciadores, las voces, los transmisores de las iniciativas, propuestas y demandas que surgen desde abajo, desde el movimiento estudiantil organizado en el Centro de Estudiantes. Actualmente contamos con una pseudo representación estudiantil que responde a intereses contrarios a los de los estudiantes. Debemos terminar con la costumbre de que el máximo órgano de la Facultad realice sus sesiones burocráticas dándole la espalda a las necesidades de estudiantes, docentes y no-docentes.
Los integrantes del actual Consejo Directivo no tienen nada que ofrecer más que lo ya sabido. Los últimos cuatro años de gestión del decano Federico Schuster con apoyo activo de la UES mostraron cómo la administración de la miseria es la otra cara de la política sistemática de desmovilización. Cuando el año pasado el movimiento estudiantil salió a pelear por el edificio único y por mejores condiciones de cursada, Schuster cuestionó la lucha. O este año, cuando desde el Centro de Estudiantes llamamos a continuar la lucha y a defender el comedor universitario, la UES presentó un proyecto en el Consejo Directivo para eliminar el espacio físico del comedor. Muestras de que el acostumbramiento a la miseria de la universidad pública implica necesariamente intentos de boicot activo a la movilización estudiantil. Ese fue el lugar que ocupó La UES en relación a todos los reclamos estudiantiles: por el edificio, por el comedor estudiantil, por subsidios estatales para las becas, por el repudio a la aprobación de la “donación” de la minera La Alumbrera. Siempre una línea coherente… en la vereda de enfrente. Incluso cuando se votaba contra la intervención policial en Sociales, se levantaron de la sesión.
¿Por qué los Consejeros de La UES y la actual gestión de Schuster le dan la espalda al problema edilicio? ¿Por qué en vez de denunciar las opresivas condiciones presupuestarias, se convierten en administradores de la miseria? ¿Por qué el consejo no denuncia la precarización de la Universidad que promueve el gobierno Nacional, permitiendo miles de docentes sin sueldo, condiciones edilicias desastrosas, falta de presupuesto, etc?

Nuestra propuesta
Lo mínimo que los estudiantes de Sociales podemos pretender de nuestros representes en el Consejo Directivo es que se encuentren del lado de la educación pública y gratuita, y no de la mercantilización y la desigualdad; ni del lado de Hallú, la policía y el aparato del PJ. Pero si nos organizamos, si logramos fortalecer nuestra organización gremial, si logramos ir ampliando las instancias de participación, la tarea que tengamos por delante para el consejo irá mucho más allá de aquella pretensión de mínima. Si recuperamos los consejeros para los estudiantes podremos pasar de la defensiva a la potenciación de las iniciativas que tengamos en todas nuestras instancias de organización y participación.
En este sentido, no esquivamos el desafío. Queremos consejeros que trabajen en conjunto con los estudiantes para buscar soluciones a la crisis edilicia, para defender la cada vez más recortada autonomía universitaria, para enfrentar colectivamente los intentos de mercantilizar el conocimiento.
Que nuestros consejeros lleven la política al órgano máximo de la Facultad, que discutan y organicen jornadas de discusión sobre los problemas de la Universidad, y también de nuestra sociedad, denunciando no sólo a los responsables, sino también a las tecnologías y herramientas que usa el poder para destruir la educación. Queremos consejeros que estén comprometidos con pelear por una Universidad que se reconozca adentro del Campo Popular, que aporte soluciones alternativas a los problemas de nuestro pueblo, que no sea indiferente a la pobreza, la miseria, el desempleo, la criminalización de los oprimidos.

//Desde el Centro de Estudiantes, hemos llevado al Consejo Directivo muchas de nuestras demandas, en un intento por llevar al órgano máximo de gobierno nuestras reivindicaciones. Así, nos hicimos presentes para reclamar subsidios y becas para poder mantener los precios de apuntes y comida, logramos que se elaborara una declaración en contra de la intervención policial en la Facultad, canalizamos las iniciativas de los y las estudiantes para conseguir fechas de finales en agosto ante la suspensión de las mesas de julio, y logramos que el Consejo rechazara los fondos contaminados de la Alumbrera. Estas y otras iniciativas que no tienen espacio en el consejo, podrían fortalecerse de ser llevadas por consejeros estudiantiles que representen realmente a los estudiantes.//

Articulación con el movimiento estudiantil
Actualmente, la mayoría de los estudiantes desconoce la forma de funcionamiento del Consejo, lo que allí se trata y la incidencia que tiene este órgano en la cotidianeidad de los y las estudiantes. Un paso muy importante es abrir nuevos espacios de comunicación para no escindir el consejo del conjunto de los estudiantes. En este sentido vemos necesario diferenciarnos profundamente de la agrupación La UES que tuvo los consejeros durante 4 años. No pensamos que el estudiante sea una “base” del consejero. Por el contrario concebimos que el consejero debe ser un delegado vinculado con los estudiantes. Para ello proponemos la creación de espacios abiertos y democráticos desde donde se piense la política para el Consejo. Queremos que los consejeros expresen la vida del Centro de Estudiantes en el gobierno de la Facultad, que lleven allí la política para empezar a discutir nuestros problemas reales, pensar soluciones y demandar a los responsables.

Proponemos llevar al Consejo directivo todas las reivindicaciones en defensa de la educación pública y gratuita sin restricciones.
Tanto gremiales como académicas: materias de verano, oferta de todas las materias en ambos turnos, vinculación con otros actores sociales (la mal llamada extensión universitaria), luchar por subsidios y becas para evitar la deserción por los costos impagables de la educación supuestamente gratuita.

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